Después de vivir – Agnieszca Wojtowicz. 2010.

Por Alejandro Torres.

Que la gente no sabe vivir la vida. Que siempre la desperdiciamos. Que hasta cuándo nos vamos a dar cuenta de que estamos aquí? Pues esta peli nos cuestiona sobre esto y más. Imagínate despertar en sobre una lámina fría mientras alguien te dice que te pasate de copas y que el carro te gano de mano y que ya estás del otro lado y tu que no, que eso es imposible, que no estás muerto, que estabas de parranda pero que no lo vuelves a hacer y que necesitas llamar a tu casa. Pero no. Ya es tarde y ahora debes aceptar tu nuevo hogar. Para eso esta el tanatopráctico, quien con su don de ver a los que están por pasar al otro mundo te ha hecho creer que aún caminas entre nosotros. esta es la película de Caronte; él te va ayudar a pasar al otro lado y dejarnos en paz. que descanse el que pueda. Me quedé pensando después de verla. Vale la pena pasar tanto tiempo de balde? De pronto se mira uno al espejo un día y ya no se ve. Lo peor de todo es que el la peli se afirma que hay gente que aunque anda y habla ya está muerta. Quiénes son? o  acaso ya somos?

Rastros de carmín – Greil Marcus. Editorial Anagrama, 1993.

Por Alejandro Torres.

Qué tienen en común el movimiento Dadaísta, La internacional situacionista y el nacimiento del Punk en Londres, a finales de los setenta? Greil Marcus tiene la respuesta. Al parecer a finales de siglo se vino a notar cómo cada tanto aparece una expresión estética que confluye para desmitificar el sistema en el que se halla inmersa. Nuestra sociedad replica cada tanto un estallido en medio del letargo trágico que es la vida cotidiana y anodina en occidente. Creemos progresar pero en nuestro continuo e irracional modo de expandir y destrozar no nos movemos, no crecemos realmente. Es entonces cuando algunos toman la bandera y muestran algo de nuestra insidiosa estupidez, como si cada vez que estamos a punto de explotar, alguien encontrara una salida y todo volviera a empezar. A estos tres movimientos artísticos los ligó lo libertario, su deseo de reimaginar el mundo y de contravenir el estatu quo por el arte. Curiosamente la historia se extiende hasta el medioevo, cuando los locos y los santos dieron su cuota de sangre en aras de hacernos salir de la ceguera. Libro vertiginoso, se convierte en un recorrido apasionante por las corrientes subterráneas del arte. Siempre con la premisa de que será nuestra capacidad de imaginar lo que nos salvará como especie. Cada ser vivo tiene su misión en este orbe: la nuestra quizá sea pensarlo y deseaerlo, sin más. Pero, si fuese necesario destruir lo inútil o inicuo, siempre habrá quien grite más alto para alzarse sobre la voz anodina  y repetitiva que nos acostumbra a todo, a morir sin haber sido.

Los hijos de los hombres – Alfonso Cuarón. 2006.

Por Alejandro Torres.

Año 2027. Ya no hay forma de que las mujeres traigan niños al mundo. Tampoco se engendran por otras vías. Simplemente, hace ya dieciocho años que no nace un solo humano más. La situación ha desbordado el cause natural de las cosas. Hemos conducido nuestro hogar a la pira funeraria que jamás imaginamos encender. Todo apunta a nuestra desaparición. En medio de un estado mundial totalitarista y autoritario, está prohibido procrear y en medio de la deseperación y el caos, las huelgas, azonadas y disturbios son el pan de cada día. Solo Gran Bretaña mantiene el orden. El resto de naciones han caído y sus pueblos son ahora lobos contra  lobos. En medio deste sino trágico, una organización está dispuesta a salvar lo que de humano quede entre nosotros y todo recaerá en un solo hombre. En esta película, distópica por autonomacia, se ve la dirección que toma la sociedad cuando todo gira en torno a un modelo de felicidad basado en el automatismo y el ocio. La genética al servicio de las corporaciones y la farmacéutica como arma contra la gente y no para la gente. Me recuerda todo esto del movimiento anti-global. Muy buena. Aunque terrible en caso de profética. Si bien es cierto que ya no sabemos estar juntos y que la ambición rapa lo necesario para todos, una humanidad que no se renueve desaparece. Excelente a la hora de saber que la única plaga somos nosotros y que el planeta descansaría, pero si ya estamos aquí por qué no aprender de una vez por todas lo precioso del don que recibimos?

Literatura fantástica: las cien mejores novelas – David Pringle. Ediciones Minotauro, 1993.

Por Alejandro Torres.

Por casualidad, vieron la fecha de publicación de este librito? A que no. apuesto que al igual que yo, muchos de ustedes no habrán siquiera leído el 50% de lo que recomienda este tipo. Lo primero es que ya se sabe que lo mejor de este género es anglosajón. Lo segundo es que después de leerlo, solo queda salir de nuevo a buscar eso que siempre se ha dejado de lado y lo último es que quién sabe cuándo podremos ver todo eso en nuestra lengua. El libro es de lo mejor que he encontrado para ajustar cuentas con  mi tipo de literatura favorito. Algunas cosas ya están leídas pero casi todo, lo que me alegra, es nuevo para mí. guía excelente para el cazador de libros, debe estar en cualquier fondo que se precie de ser fantástico. El resto es paja. Si no me creen vayan por él. Nos falta mucho, a mí entender por supuesto. ya les contaré qué podemos ajustar de esas cien obras. que cada cual escoja sus favoritas; al fin y al cabo este señor se ocupa de comentar cada una y entre gustos, ya saben.

Factótum – Bent Hamer. 2005.

Por Alejandro Torres.

Factótum, mejor palabra no definiría jamás a Charles Bukowski. Eterno despedido de uno y mil trabajos. Cientos de oficios para pagarse la kurda y un que otro ligue entre copas. Nada más pretendió del sistema este genio de lo cotidiano. Quien sabe si fernando Vallejo sabrá de su existencia pero, por su gusto por lo real y no lo ficticio; por lo que es personal y no lo imaginario, ojalá lo haya leído. De pronto le gustó su sabor a desencanto y el desparpajo delicado y sabio de su prosa. San Francisco lo sufrió y lo gozó. Su pasión por los caballos y las apuestas le dieron el vértigo necesario para pasar el letargo del sinsentido de la vida. El alcohol es solo un pasante entre línea y línea. Bent Hamer ha logrado narrar con maestría la gestación de un escritor fuera de lo común. Matt Dillon interpreta un perfecto y nada desfasado Chinaski. Este nuevo Hank no desentona con el de Shroeder y su puesta en escena afirma con honestidad y cariño la figura que cuestionó el «American Way of Life». Un film definitivo a la hora de rescatar el perfil del escritor cachorro y desaforado. Escribir es peligroso. Requiere de fuerza y si no se sabe perderse en la vida es mejor no dar el salto. Puede ser que la máscara del escritor se caiga y en el abismo solo quede el hombre y no todos sabemos mirar con cuidado a los ojos del monstruo. Pocos como Bukowski para enfrentar la letra, la calle y el abismo, ese barranco por donde se va la vida cuando cuando a alguien le da por desnudarla.

H.P. Lovecraft. Contra el mundo, contra la vida – Michel Houellebecq. Editorial Siruela, 2006

Por Alejandro Torres.

Me había leído la biografía de Lovecraft por Sprague de Camp; Los ensayos que ruedan por la red; los prólogos a su obra  y cuanta pendejada sale en revistas y otros lugares de lo escrito. Incluso, en medio de mí búsqueda febril por comprender a este tipo, ví muchas veces esos macabros treinta segundos en los que su fantasma fue atrapado por una cámara a principios de la década del treinta. Nada sirvió para adentrarme en su cenagosa imaginación. Hasta que aparece Houellebecq con este pedazo de maestría a la hora de discectar al hijo maldito de Providence. No es exactamente un perfil del autor ni un análisis cesudo de sus escritos; es más que eso. De pronto se ve uno reflejado en los miedos del autor. Lovecraft alcanzó la perfección de la pesadilla y su pasión por la huída del progreso lo define como rebelde anacrónico y, sin embargo, actual como pocos. este libro es la llave perfecta para desquisiados por su obra como el que aquí escribe. No les adelanto mucho pues su cortedad, otra de las virtudes de este ensayo, hacen delicada su exposición y merece ser abordado individualmente y, en la mejor vena lovecraftiana, en solitario, al abrigo de una luz suave, que no mortecina. Valor de sobra posee este raro libro sobre un raro autor. Todos los ensayos literarios son por naturaleza estériles. trabajan sobre cadáveres narrativos pero este se propone como un portal a lo desconocido y esa vieja sensación no muere; se pega al espinazo mientras no se salte la verja.

La muerte y la doncella – Roman Polanski. 1994

Por Alex freyle.
1994. Clásico perdido entre los cl{asicos, esta vez el lente lo toma Roman Polanski y adapta la obra de teatro del dramaturgo británico Ariel Dorfman para mostrarnos hasta qué punto una persona puede conservar su mentira. Sigourney Weaver hace el papel de una mujer que fue torturada por el régimen en un país latino; vive con su marido alejada del ruido de las ciudades, una espalda llena de latigazos y hematomas le develan un caracter fuerte. De un momento a otro su esposo llega con un nuevo amigo que le ayudó en la varada del auto en plena tormenta; como una serpiente despertada de su letargo se da cuenta que el nuevo amigo es el hombre que la torturó durante largo tiempo y la violó catorce veces. Ella lo ata a una silla y le dice que la reconozca, que lo va  a matar lentamente hasta que confiese que lo hizo. El hombre lo desmiente todo diciéndole que está loca y que él es inocente. La atmósfera de la película es escalofriante, aun más cuando solo son tres actores los que mantienen la trama. Polanski nos lleva por la psicología de los recuerdos tenebrosos de una mujer ultrajada en un campo de prisioneros. Un final a lo Polanski: delicado y brutal. El nombre de la película es el título de una canción de Schubert la muerte y la doncella que el verdugo colocaba insistentemente en sus veladas de martirio.

El Exorcista (el libro) – William Peter Blatty. Editorial Plaza & Janez, 1977.

Por Manuel Antonio Lozano Combita.

Como es bien conocido por muchos, la difusión, conocimiento y reconocimiento de esta obra se debe más que todo a su versión en la pantalla grande que ha logrado imprimir fascinación en un amplio público trans-generacional (por su innegable calidad visual y bizarras situaciones). Pero en este escrito no haré más referencias a la película sino a la obra literaria, en la que en mi modesta opinión, supera con creces a la adaptación cinematográfica que es, para los que hayan leído el libro (y de eso estoy seguro), determinista.

¿Por qué es determinista el “Film”? En este es innegable la posesión demoniaca de Regan MacNeil, es decir, se omite el conflicto entre la interpretación médica-psicológica y cultural-religiosa (considerada supersticiosa). En el libro este conflicto es permanentemente latente, cuando creemos saber que la niña esta realmente poseída, Blatty nos presenta rápidamente un argumento que nos lleva a pensar que es solo un caso grave de esquizofrenia y viceversa, lo que mantiene al lector en una permanente dilación entre la explicación científica o religiosa y, por supuesto, nos mantiene en un permanente interés con lo que puedo asegurar que el libro es excelente de principio a fin. Con este argumento, me permito sugerir, amigables lectores, que si buscan libros que involucren a los niños o personas de toda edad en el sano habito de la lectura, este es sin lugar a dudas el libro que buscan.

Volvamos al conflicto entre la interpretación científica y religiosa: La esquizofrenia (o diversas patologías mencionadas) es por un sentimiento de culpa de la niña frente a la separación de sus padres y donde el inconsciente crea una inteligencia invasora (el Diablo o Pazuzu) que castiga a la niña, inteligencia producida, posiblemente, por la naturaleza altamente sugestionable de la niña, la cual ya conocía de antemano lo relativo al exorcismo y la posesión demoniaca antes de los bizarros sucesos (y si, se podría decir que es una niña bastante precoz si conoce de estos temas). Por otro lado, si este es un caso real de posesión demoniaca, cabria preguntarse quien es la verdadera victima de la presencia de la inteligencia sobrenatural ¿la niña o los que la rodean? Pazuzu o el Diablo no tiene la menor intención de irse de la casa y no hace sino sonsacar secretos turbios de las vidas de los personajes de la obra, de quebrantar la psiquis de ellos… es decir, él busca algo más grande que la mera muerte física (que cualquiera puede provocarse o hacérselo al prójimo), él busca socavar, desmembrar y destruir pieza por pieza la moral y salud mental de los demás personajes, de hacerles caer en la desesperación… es una prueba de fe. Entonces la obra gira entorno a una batalla de ingenios entre la inteligencia extraterrenal y los personajes, discusiones polémicas y agudas que nos involucraran apasionantemente con la obra… nos lleva a pensar si ese ser es un timador o la más pura sinceridad jamás antes manifestada en un ambiente donde lo que sobran son los engaños y la hipocresía… tal vez sea por eso que uno de los nombres del Diablo sea Lucifer (el que porta la luz), que pone en evidencia los egoísmos personales y faltas de los personajes y que por esa afrenta (el desnudarlos a la luz de la verdad) ¡debemos expulsarlo! Pues el orden social, ante todo, parece cimentado en la falacia y sin este adhesivo, se desmorona, somos entonces una sociedad de las apariencias.

Por lo demás, la obra gira también alrededor de una investigación policiaca que es encausada por el detective Kinderman, un personaje fascinante y de inteligencia aguda… un hombre cuyo poder radica en ser infravalorado y así llegar al meollo del asunto (su perspicacia no la ven venir hasta que es demasiado tarde). Particularmente, me encanta la amistad entre este y el padre Damien Karras S.J. (como disfrute de esas conversaciones que me hicieron reflexionar y hasta reír con ganas). Además, todos los personajes tienen su encanto personal que los hace míticos, inolvidables.

Por último, notaran que en esta obra los integrantes de la Compañía de Jesús (los Jesuitas) son de lo más encantadores y abiertos hombres que se puedan encontrar y eso contrasta con la tradicional visión de la estéril y ruda iglesia católica. Es mi deber decirles que eso no es ficción, los Jesuitas en realidad son así de encantadores. El libro parece ser una apología sobre esa orden, pero créanme que no es nada ficción. Lo digo ya que soy Javeriano y les conozco por ello, entonces, olviden esa estereotipada visión negativa de la iglesia pues los Jesuitas son verdaderos caballeros tal como el padre Damien Karras o Lankester Merrin o Joe Dyer… en fin esta obra hizo mejorar mi opinión sobre ellos… bien este no es el espacio para proselitismos ni que os convirtáis en religiosos ni nada de eso (personalmente soy un hombre de fe pero no religioso), solo pido respeto por ellos y es algo que Blatty ha logrado magistralmente.

Por último, gracias lector por su paciencia y si quieren el libro, compren la mejor edición que puedan pues lo vale en verdad.

Nota: en Árbol de Tinta lo conseguirán a un excelente precio y en la mejor edición posible… doy mi palabra en ello.

El Eco – Yam Laranas, 2009.

Por Alex Freyle.

Hacía tiempo no me gustaba una película de terror; me agradan,sobre todo, cuando es llevada con una fotografía que te atrapa. Hay que tener ciudado cuando te mudes solo a un lugar. Los ruidos te comienzan a dar semillas de alucinación y problemas de espacio, el protagonista esta recién salido de la cárcel y se va a vivir a un apartamento que fue de la mamá; un edificio con años en sus paredes y que encierra lo que podría llamarse un almacén de ecos infernales. Poco a poco los vecinos le van diciendo que la vieja no salía en los ultimos meses y descubrieron el cadaver por el hedor. Lo bueno comienza con los fantasmas de al lado y esa niña que hace el eje central de la cinta te mantiene quieto. Es un remake de la japonesa SIGAW pero el director filipino Yam Laranas le aplica su pincel mejorando la original y dejándola lejos.

Swedish Death Metal – Daniel Ekeroth. Bazillion Point, 2008.

Por Alejandro Torres.

Como es ya muy habitual, mí deseo es más ofrecer impresiones que resúmenes de libros que me gustaría que otros leyesen; así pues, que aquí me encuentro con este libro que sin duda es uno de mis favoritos por razones que exceden lo literario ya que hablamos de un libro dedicado a la música, específicamente al Death Metal sueco. Un género musical no tan comercial que tuvo su auge a principios de los noventa y que ya es solo memoria y cariño para los que amamos la música del trueno. El libro le rinde homenaje cuidadoso, como de artesano, a este sonido, sus pioneros y su legado, centrándose en este país que produjo un nivel especial de música extrema. Lo recorre desde sus inicios hasta su caída. No deja banda por fuera. Una guía completa sobre el tema y que, sin embargo, también nos habla del resto de subgéneros del metal; los que fueron influyentes para el Death Metal y los que se desprendieron de su corpus hacia nuevas rutas sonoras. la guía definitiva para los que tuvimos nuestro rincón lleno de cintas y algunos acetatos atiborrado de Metal pesado. Esa música que no sé si es que no cala por ruidosa o porque no tantos se toman el trabajo de pastarla lentamente y dejar que entre a sus vidas como en un asedio lento pero que, de seguro, luego de algún tiempo, si hubo química, llega para quedarse. Ya sea por curiosidad o por culto, vale la pena darse un paseo por las páginas de este texto. No los defraudará pues le deja a uno la impresión de que se puede hacer el estado del arte de un movimiento musical sin dejar de poner el corazón en ello. Daniel Ekeroth de seguro disfrutó tanto haciendo este recorrido como disfruté yo aprendiendo de su lectura por esa ruta de la música extrema en el norte del mundo que tanto me hizo, y aún me hace, mover la cabeza.