Los hijos de los hombres – Alfonso Cuarón. 2006.

Por Alejandro Torres.

Año 2027. Ya no hay forma de que las mujeres traigan niños al mundo. Tampoco se engendran por otras vías. Simplemente, hace ya dieciocho años que no nace un solo humano más. La situación ha desbordado el cause natural de las cosas. Hemos conducido nuestro hogar a la pira funeraria que jamás imaginamos encender. Todo apunta a nuestra desaparición. En medio de un estado mundial totalitarista y autoritario, está prohibido procrear y en medio de la deseperación y el caos, las huelgas, azonadas y disturbios son el pan de cada día. Solo Gran Bretaña mantiene el orden. El resto de naciones han caído y sus pueblos son ahora lobos contra  lobos. En medio deste sino trágico, una organización está dispuesta a salvar lo que de humano quede entre nosotros y todo recaerá en un solo hombre. En esta película, distópica por autonomacia, se ve la dirección que toma la sociedad cuando todo gira en torno a un modelo de felicidad basado en el automatismo y el ocio. La genética al servicio de las corporaciones y la farmacéutica como arma contra la gente y no para la gente. Me recuerda todo esto del movimiento anti-global. Muy buena. Aunque terrible en caso de profética. Si bien es cierto que ya no sabemos estar juntos y que la ambición rapa lo necesario para todos, una humanidad que no se renueve desaparece. Excelente a la hora de saber que la única plaga somos nosotros y que el planeta descansaría, pero si ya estamos aquí por qué no aprender de una vez por todas lo precioso del don que recibimos?

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