Kandidaten – Kasper Barfoed. Dinamarca, 2008.

Por Alejandro Torres.

Ahora veo mucho más claro el porqué del éxito del tema suspense-enigma que ha hecho furor en el mundo literario y cinematográfico por parte de los países nórdicos. No es gratuito el boom de estos últimos años si nos fijamos en cómo desarrollan sus hilos narrativos: centrándose en un problema viejo, logran destejer una mala memoria y conectarla con la actualidad. No es que hayan descubierto una nueva forma de contar un asesinato; se trata más bien de la calidad con la que desmadejan el lío. Suelen disectar como un taxidermista la condición humana y los desenlaces son inteligentes. Veo así que habrá larga vida para el género negro en esas tierras. En esta ocasión la trama va de un juicio adelantado a un hombre poderoso y sus consecuencias para quienes lo condenan. Todo se complica cuando el enjuiciado decide cobrarse la cuenta, destruyendo la vida de alguien que está cercano al fiscal y va tejiendo una red que lo trapará hasta la asfixia. De un momento a otro la vida de Jonas, abogado defensor exitoso y jóven, se troca en un desastre luego de una noche de tragos cuando encuentra en la bañera de un hotel a su acompañante estrangulada. Bienvenidos a este enredo espectacular y del que poco se ha hablado en nuestro medio. Un thriller en la vena de Stieg Larsson que no deja oportunidad a levantarse de la silla.

Edmond – Stuart Gordon. Estados Unidos, 2006.

Por Alejandro Torres.

Si te gusta ver tocar fondo a alguien; o acaso te interesan ese tipo de pelis donde la gente se va quitando de encima la etiqueta con que  han vivido muchos años mientras, de paso, van destruyendo todo a su alrededor, entonces Edmond es inpajaritable en la colección que vas armando en tu memoria. Escrita por David Mamet (The Untouchables), esta peli me recuerda Un día de furia por el demonio que se le va saliendo a un ejecutivo común y corriente y que, en busca del bajo mundo, va como un bólido al abismo. Todo evento en este camino redentor a través del mal es inesperado. Edmond reacciona con furia y desden inuscitado a los eventos que le tocan. Poco a poco se va tornando en alguien peligroso que va dejando atrás su pasado de títere. Hay escenas inpactantes en esta peli que considero solo apta para gente de mente abierta y con ningún reparo al devenir de este personaje que se encuentra a sí mismo cuando baila con el diablo y manda todo al cesto de la basura. Edmond, un ave fénix de la estupidez y la costumbre. En ocasiones creemos estar predestinados a algo. El problema es saber a dónde nos llevará esa sensación.

Kontroll – Nimród Antal. Hungría, 2003.

Por Alejandro Torres.

Alejados de un estilo de vida normal, un grupo de personas habitan gran parte de su tiempo en el subterráneo de Budapest. Contratados para vigilar el metro, pasan horas y horas en la más absoluta inactividad lo que los lleva a las situaciones más jocosas y más terribles de manera intermitente. Las historias de estos topos urbanos van del amor al odio y de toda clase de raras costumbres en medio del tedio que rodea un oficio en ocasiones sin sentido. Llena de un humor negro y sencilla en su montaje, es una aproximación única a esta rara subcultura contemporánea: vivir abajo como si fuese arriba. Esconderse del sol porque el afuera carece de sentido. El amor y la muerte viajan a diario en el mismo vagón. Salpimentada con elementos, en ocasiones, terroríficos esta comedia proveniente de un cine que no conocemos nunca del todo, logra quedarse para pensarla sin necesidad de tantos efectos.

Más allá del No futuro – José J. Posada. Colombia, 2009.

Por Alejandro Torres.

Hay quienes dicen, dentro del ambiente Punk de Colombia, que Rodrigo D. No futuro, la peli-documental de Gaviria, nos dañó la vida. Pienso que fue una oportunidad de reflexionar sobre las posibilidades de la juventud en medio de un conflicto irracional y que bien pudo traer tantos muertos inútiles que a la larga alimentaron la rabia de quienes lograron sobrevivir y que hoy nos han legado, a su manera, con estruendos de guitarra que no de balas y bombas, documentos sonoros de un tiempo de vida y muerte. Más de veinte años después de la masacre que fue el Medellín de ese entonces, recaba J.J. Posada en la memoria de quienes estuvieron en el nacimiento de la contracultura Punk de Medellín para asentar otra visión: la de cómo el ruido de la ciudad trajo oleadas de jóvenes que hallaron el calor más allá del dolor y en medio de una tribu ruda que es capaz de odiarlo todo menos la vida. Este documental trae a cuento y de viva voz todas esas experiencias que vinieron de escuchar un sonido extranjero que se hizo propio a fuerza del «hazlo tu mismo», esa consigna que permitió sonar al Punk más crudo en medio de la miseria violenta de cada día. Es un homenaje sencillo pero veráz a esa lucha por sacarle partido a una ciudad que no te quiere y de donde sacas alientos para gritar contra todo lo establecido y que nunca pregunta por nosotros a menos que sea para incluirnos en sus cifras lapidarias. Buen esfuerzo para que la historia del Underground colombiano no muera en esa costumbre macabra tan nuestra: el olvido.

La mirada invisible – Diego Lerman. Argentina, 2010.

Por Alejandro Torres.

Qué bueno ver algo sin velocidad, solo imágenes elapsadas por un ambiente de asfixiantes reglas y sobreentendidos. Lerman nos trae esta vez una fuente inagotable de reflexión. Asusta ver la precisión con que retrata la vida al interior de un claustro estudiantil dirigido por gentes represivas y acartonadas. Pero tanto juicio y curia serán la chispa misma del vicio que atrapara a María, una asistente de la prefectura del colegio que pasará de observar a mirar con malicia voyeurista en los baños masculinos y, de paso, entenderá que es delgado el umbral entre lo permitido y lo prohibido, dando esto último un giro inesperado a su vida. En esos sitios ordenados la pernicia va por dentro y al salir hay que pagar escondederos. Una historia que transcurre lenta, casi hasta la somnolencia pero está sabiamente creada para mantener la atención por un final que bien vale la pena. Ambientada en medio de la dictadura argentina en 1982, será fiel reflejo de la situación esta pequeña república atrapada dentro de un plantel vetusto como las instituciones que lo sostienen y que como música de fondo, las huelgas que se oyen fuera del colegio, presagian el fin del orden autárquico y violento, típico de quienes temen lo espontáneo. Como casi siempre, estos porteños no dejan de contar buenas historias con su historia.

Nitro – Alain Desrochers. Canadá, 2007.

Por Alejandro Torres.

Lo que empieza como una película barata de acción al mejor estilo de los bodrios de automóviles para piques y prostitutas jugando a presentadoras de las 500 millas de Indianápolis en un callejón oscuro, resultó ser una buena dosis de narrativa visual con un tema de fondo que aunque lacrimoso no deja de tener su encanto. Es la vieja historia de «lo haré todo por amor»pero salpimentado con Gangsters, gasolina y dueños de clubes nocturnos sedientos de sangre. Para ser un film de acción sorprende su capacidad de extrapolar el universo de León, peleador sin ley y otras por el estilo, a un mundo distinto. Me agrada que logre sin tanto efectismo entretener y, de paso, dar muestras de ese raro deporte extremo que implica mezclar historias de amor a la familia con dosis de acción y velocidad. Nada digno de guardar pero, sin embargo, entretenida. Ambientada en obvios entornos callejeros rompe el molde impuesto por bobadas como la infinita saga de Rápido y furioso.

Las viudas de los jueves – Marcelo Piñeyro, 2009.

Por Alejandro Torres.

Basada en una novela homónima, esta peli argentina te va atando a la silla mientras tratas inútilmente de atrapar las razones de tres tipos  en la flor de la vida, llenos de dinero y pletóricos de razones para seguir pasándosela bien, para que luego salgan muertos de una piscina en un conjunto residencial lujoso de las afueras de Buenos Aires. Ambientada en las semanas que antecedieron el famoso «corralito» del que aún no se reponen del todo y que dejó en la calle a cientos de familias, la cinta narra la vida soñada de cuatro familias en un pequeño paraíso se va resquebrajando en la costumbre y el tedio que antecede al error de quienes no pudieron entrever el futuro tan incierto que traerían los ladrones de cuello blanco a la Argentina. Todo se va sabiendo y tramo a tramo, el director nos va sacando a la luz verdades que desdicen de la vida de los ricos: de la desazón de sus hijos, de las trivialidades que asesinan, de la asfixia de la seguridad y la hipervigilancia; también de la soledad del dinero y de esa vieja pero escasa sensación de tenerlo todo y sin embargo estar vacío. Sencilla pero de calidad, esta peli logra contar esos días aciagos del 2001 desde otro punto de vista, ese que demuestra que todos somos de barro y que podemos desmoronarnos.

Biutiful – Alejandro González Iñarritu. 2010.

Por Alejandro Torres.

Aquí viene de nuevo el director de Babel y 21 gramos con otra historia cruda y dura. Uxbal, un superviviente de las calles con un don de escuchar a los muertos, debe lidiar con su enfermedad y sus miserias en una Barcelona cerrada a la necesidad y muy poco condescendiente con los marginales.Por calles inundadas de injusticia y hambre, pululan negocios oscuros, traficantes de dolor y pobreza donde Uxbal sabe sacar partida de los inmigrantes desesperados y de tratantes inhumanos que babean por la mano de obra barata y nunca escasa en esta hipócrita ciudad. Sin embargo sacarle partida a la muerte tiene un precio y es vivir con ella día y noche. Uxbal se va agotando poco a poco entre un cáncer y un amor sufrido de demencia y soledad solo aliviado por sus hijos y un deseo infinito de componer lo que le queda de tiempo entre los vivos. Las imágenes son realmente frías. Ya venía haciendo falta un poco de este sabor a mugre y asfalto que sabe transmitir González Iñarritu en su trabajo. Javier Bardem asalta los ojos en este film que revuelve las entrañas. Por lo demás un punto de vista menos turístico y cultural de Barcelona no está mal. Este infierno excede a Gaudí y parece que la sagrada familia hace tiempo se largó de España. Imagino la reacción de parte del ayuntamiento y la oficina de turismo, una sensación por partida doble: Menos nadadores tratando de abandonar Africa, menos asiáticos llenando las calles de colillas y menos paseadores desprevenidos comprando falsos Gucci en la vereda catalana. Simplemente admirable.

La extraña (película) – Feo Aladag. Alemania, 2010.

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Por Alejandro Torres.
Cuando una cultura privilegia el honor sobre el abuso, la puerta esta cerrada para la libertad. Umay está sola y atrapada con su hijo en medio de un mundo de leyes que autorizan su sufrimiento. Extranjera en el mundo no hay lugar para ser sin terror e indignidad ante el silencio que la rodea. Un film para acercarse al universo femenino en medio del islam.

Siete días – (Película). Daniel Grow. Canada, 2010.

Por Alejandro Torres.

Canadá se nos ha metido en los ojos por estos días y, lo mejor sin un ápice de aburrimiento o cliché. Qué harías si violan y asesinan a tu hija de seis o siete años? Perdonarías u olvidarías? No tengo idea al respecto pero por lo menos indignación si me produce. El nivel de dolor que se maneja en este film no tiene parangón. Los padres de una niña muerta en estas condiciones arriba descritas se debaten frente al infierno de no haber sido listos y por confiados estar en medio de una situación atroz. Lo único que los libera, al menos al padre es la venganza. Siguiendo la ley del talión (ojo por ojo), Este otrora Doctor y padre ejemplar va a tomar la justicia por sus manos y de qué manera. Atroz y delirante, su odio hacia el culpable será infinito y su cobro aterrador y calculado. Dénle un vistazo a este film no tan publicitado en nuestro medio. Se pregunta uno hasta dónde ir para paliar un dolor que te atenaza día y noche y si vale la pena devolverlo todo con la misma moneda. Sencillamente cruda y dura.