Biutiful – Alejandro González Iñarritu. 2010.

Por Alejandro Torres.

Aquí viene de nuevo el director de Babel y 21 gramos con otra historia cruda y dura. Uxbal, un superviviente de las calles con un don de escuchar a los muertos, debe lidiar con su enfermedad y sus miserias en una Barcelona cerrada a la necesidad y muy poco condescendiente con los marginales.Por calles inundadas de injusticia y hambre, pululan negocios oscuros, traficantes de dolor y pobreza donde Uxbal sabe sacar partida de los inmigrantes desesperados y de tratantes inhumanos que babean por la mano de obra barata y nunca escasa en esta hipócrita ciudad. Sin embargo sacarle partida a la muerte tiene un precio y es vivir con ella día y noche. Uxbal se va agotando poco a poco entre un cáncer y un amor sufrido de demencia y soledad solo aliviado por sus hijos y un deseo infinito de componer lo que le queda de tiempo entre los vivos. Las imágenes son realmente frías. Ya venía haciendo falta un poco de este sabor a mugre y asfalto que sabe transmitir González Iñarritu en su trabajo. Javier Bardem asalta los ojos en este film que revuelve las entrañas. Por lo demás un punto de vista menos turístico y cultural de Barcelona no está mal. Este infierno excede a Gaudí y parece que la sagrada familia hace tiempo se largó de España. Imagino la reacción de parte del ayuntamiento y la oficina de turismo, una sensación por partida doble: Menos nadadores tratando de abandonar Africa, menos asiáticos llenando las calles de colillas y menos paseadores desprevenidos comprando falsos Gucci en la vereda catalana. Simplemente admirable.

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