Noches de cocaína – J.G. Ballard. Editorial Minotauro, 1997.

 

Por Pablo A. Concha.

Una mezcla interesante entre una novela de Agatha Christie y una novela de, bueno, de J. G. Ballard. La idea central es sugestiva: que toda sociedad se ha construido sobre la base de un crimen y que el crimen es necesario, vital, para unir a la comunidad y sacarla de la muerte cerebral y cultural en la que está inmersa.

El libro está muy bien, se desarrolla y termina bien, pero a juzgar por el título y por los trabajos previos de este gran autor, el lector podría pensar que el libro iba a estar cargado de escenas de sexo y de consumo de drogas. Las tiene, pero no muchas, no tantas como cabría esperar, no tantas como quisiéramos. (Para eso hay que leer Las Partículas Elementales de Houellebecq).  Esa fue una pequeña decepción, sin embargo, uno nunca se va a arrepentir de leer a Ballard (nunca), por ningún motivo, y sea el libro que sea. Y Noches de Cocaína ciertamente no es la excepción.

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