Game of Thrones (serie) – HBO

Por Alex Freyle.

Mundos de fantasía que encierran la delirante verdad de un imperio como el británico, inmerso en la lujuria, el incesto y todo lo imposible de la mente humana para darnos una verdad única convertida en pregunta ¿Quién gobierna todo esto? familias, dinastías y sangre cubren esta trepidante serie que si se le dedica todo un domingo se puede ver la primera temporada. A los curiosos de las estirpes británicas esta es una buena recomendación y a quien haya leído el enano de Lägervist se da cuenta que un enano astuto es el único que puede sobrevivir en una corte donde imperan tantos ideales de arena. La primera temporada nos describe un sinnúmero de personajes que rondan el tan aclamado trono de hierro, la dinastía de los Stark, Targaryen,Lancaster y los Baratheon. Basado en los libros de George R. R. Martin nos deja listos para comprender cositas de una isla tan grande como la británica, asi el autor cambie los nombres y porqué no también los lugares para crear una fantasía tan parecida a esta realidad.

Shame (película) – Steve McQueen. USA, 2011.

Por Alejandro Torres.

Del mismo director que nos dejó insomnes pensando en las fronteras de la lucha por un ideal (Hunger), nos llega Shame, otro ejercicio más para objetar lo hipócrita de la economía del cuerpo en la sociedad contemporánea. Esta peli destila ira y soledad. Incomprensión y buenas dosis de secretos difíciles y angustiantes. Las imágenes son retadoras y no hay concesiones con el espectador. Ya fuiste sincero contigo mismo? parece decirnos a cada segundo. La historia de Brandon, un ejecutivo jóven y exitoso en la multitudinariamente solitaria New York, nos cuestiona segundo a segundo sobre lo que clama nuestra piel y no puede decir abiertamente por temor al rechazo o al asco que nos genere, incluso a nosotros mismos.  La llegada inesperada de su hermana, manda al cuerno su vida íntima y eso empieza a desbaratar su fortaleza de la soledad. Una sociedad que condena y normaliza los cuerpos, nos somete a un onanismo casi suicida; a un intercambio vacío de nuestro erotismo. Otra vez McQueen nos asoma al infierno. Sin duda lo mejor que he visto este año. Absolutamente recomendada.

Pandemonium (comic) – Especiales dedicados a Edgar. A. Poe y H.P. Lovecraft. Thalos Editorial. Argentina, 2009.

    

Por Alejandro Torres.

Hablar de novelas gráficas cuesta trabajo. hay que saber de diseño, ilustración y narrativa. todo esto está bien para mí en este par de entregas de una pequeña editorial que apuesta por el comic local. Aquí en Colombia vamos saliendo del olvido al que tuvimos condenada a la historieta. En Argentina parece que están en pleno Boom. Me encuentro por estos días leyendo estas adaptaciones excelentes de dos de los maestros indiscutibles del terror contemporáneo. Unos clásicos ya. Esta apuesta gráfica no los dejará indiferentes. Con un manejo de la historia casi perfecto, logran aunar dibujo y relato. Sin dejar a un lado el análisis, que también se incluye como material introductorio a ambos autores. En fin, son material de colección. Más aún si se trata de este par de arquitectos de la locura, siempre dignos de mención. Una oportunidad para salirse de la corriente típica de los súper héroes y sus colisiones que se vuelven ya monótonas.

Cinco días sin Nora (película) – Fernando Luján. México, 2009.

Por Alejandro Torres.

Un domicilio de una carnicería kosher, hace que José se entere de que su ex mujer se ha suicidado por fin. Luego de catorce intentos ya nadie se extraña pero aquí comienza el viacrucis. narrada en clave negra, esta comedia se centra en el universo judío y sus prácticas frente a la muerte. José no la va con ese mundo y se ve obligado a buscar cómo enterrar a alguien con quien no vive hace veinte años. sin embargo, todo parece indicar que la muerta lo tenía claro y que nada fue dejado al azar. Una puesta en escena impecable. Buen cine de México.

La doctrina de Shock (Documental) – Michael Winterbottom & Mat Whitecross. USA, 2009.

Por Alejandro Torres.

Basado en la obra de Naomi Klein del mismo nombre, famosa por su movimiento del NO LOGO, este documental llega para plantear cuestiones ineludibles de nuestros días: la posibilidad, cada vez más fehaciente de que todo ha sido hecho para que no podamos escapar de la lógica del capitalismo desregulado y arrasador. Partiendo de las prácticas de tortura psicológica de la CIA y ligándolas con la doctrina económica de Hayek y Friedman, se nos muestra como el Shock de las guerras, la pobreza y la tortura invasiva de las corporaciones, han diseñado un mundo insufrible que fue probado primero en el chile de Pinochet y luego replicado como conducta de gobierno y control masivos en todos los lugares del orbe. Friedman creía que todo debía dejarse en manos de la economía y las empresas; construir un modelo de estados cada vez más chicos y con menor ingerencia (a menos que fuese la del uso de la violencia) en la gente. Vender todo lo público a lo privado y dejar en ruina las economías en vías de desarrollo. Presionar a la gente a endeudarse y aceptar todas las políticas de las corporaciones. El resultado: Guerras, desapariciones, Pobreza y terror. Del otro lado queda la desigualdad más rampante de la historia y el más leonino de los repartos del mundo. Hasta cuando?. Naomi Klein cree que debemos por sobre todo informarnos y compartir este nuevo agotamiento de las fuerzas del capital. La civilización que vendió occidente se va por el garete y ya no les creemos ciegamente a estos asesinos económicos que suelen llevarse premios Nobel por pensarse una vez más cómo aumentar el número de siervos disminuyendo el de sus amos. Todo sigue en nuestras manos y lo dejamos fluir en la indiferencia fruto de la ingenuidad con la que aplaudimos ese conocimiento que se vende en los mejores lugares para educarse y que, ahora, pareciera servir como plataforma de difusión de la esclavitud y el oprobio. Los mayores verdugos de la humanidad, se sientan juiciosos a aprender como echarse a la bolsa el mundo. Quizá el documental más útil en estos días. No por ello menos crudo.

El VIAJE ESCATOLÓGICO – Luis Ferdinand Céline «Viaje al fin de la noche».

Por Sebastián Montero Vallejo.

Este libro le quema a uno las manos. A Sartre, ese señor tan amigo de la Unión Soviética y su sistema político (que no de los gulags, aunque le molestó que Camus los repudiara), le sorprendió la novela; incluso, introdujo un fragmento de ella como epígrafe en La nausea. En toda Francia fue una revolución. No recibió el Goncourt pero casi. La elogió hasta León Trotski. Nadie en ese momento se imaginó, no obstante, que su autor, un aspirante a médico que combatió en la Primera Guerra Mundial, tuviera que salir huyendo de Francia al final de la Segunda: Céline resultó ser un redomado y afecto antisemita (su segundo libro, un volumen misceláneo, llevaba un título sugestivo: Bagatelas para una masacre; el tercero llevaba otro muy elocuente: Escuela de cadáveres). Llegó a Dinamarca, fue apresado allí, y la conveniente dilación en el proceso que lo llevaría deportado a Francia fue lo único que lo salvó de un fusilamiento seguro. Eso, y demostrar que nunca recibió dinero por sus colaboraciones en la prensa nazi. Al final no se sabe qué es peor: salvó el pellejo por no ser un colaboracionista venal. Drieu La Rochelle tuvo la decencia de matarse aun cuando no era antisemita (colaboró con los ocupantes pero incluso dio refugio en su hogar a algunos judíos). Céline, en cambio, escribió desde su confinamiento danés que él no odiaba a los judíos, y que, antes bien, si lo hubiera querido, habrían muerto algunos miles más, cosa que, presumía, debía agradecérsele… Un buen tipo: “los judíos deberían levantarme una estatua por el daño que no les hice y que bebería haberles hecho”. Para George Steiner la cosa iba por otro lado: segura y simplemente, Céline habría enloquecido.

Molesta un poco que a uno le resulte genial la obra de un hombre de semejantes rasgos. Uno esperaría que los escritores tuvieran cierta altura moral, una dignidad a aprueba de mezquindades y facismos. Bueno, resulta que son seres humanos, y además de escritores antisemitas y colaboracionistas, los hay idiotas, trepadores, racistas, xenófobos: de todas las pelambres y calañas. Decía André Gide (creo) que la mala literatura se hace con buenas intenciones… No sabemos si en la novela las de Céline fueran las peores, pero en virtud de esta y las otras seis que publicó (murió un día después de enviarle la última a su editor) se acomodó en un lugar de privilegio en la historia de la literatura. Javier Cercas citaba a Andrés Trapiello en Soldados de Salamina: Sánchez Mazas ganó la guerra pero perdió la historia de la literatura. En este caso fue al revés. Pero así es: en el corazón del hombre (esa tiniebla, o ese nudo de víboras, para decirlo con el católico Mauriac) se encuentran y se dan la mano lo mejor y lo peor: Céline odiaba a los judíos pero, perra contradicción, como médico trataba a los más pobres y desamparados. Cuando se enteró de los campos de exterminio se sintió horrorizado, pero jamás, contó su esposa, mostró arrepentimiento por sus afirmaciones.

En cuanto a la novela… es como si Lautreamont hubiera escrito El corazón de las tinieblas. O como si Kurtz hubiese salido de la jungla para escribirla él mismo. Desde los campos de batalla de la primera gran guerra al África colonial, y de allí de vuelta a Francia, el narrador es un lanzallamas de escepticismo y amargura.

Ferdinand Bardamu, trasunto evidente de Céline, y protagonista y narrador de la historia, se une a las tropas francesas para combatir en la Primera Gran Guerra. Allí inicia un examen desesperado de las motivaciones que llevan al hombre a arrojarse a la mutua depredación (tan normal en él). En medio de los estallidos el narrador señala el odio incólume que se esconde detrás no solo de las acciones bélicas, sino de la mayoría de las relaciones que se establecen en virtud del contrato social, y desenmascara el engranaje en virtud del cual los Estados se ocupan de los ciudadanos solo en el momento en que estos están en capacidad de ir a morir en las trincheras; los demás, los que se quedan en las ciudades escuchando las noticias en la radio, arengan y aplauden mezquinamente el patriotismo de los soldados: “Para el pobre existen en este mundo dos grandes formas de palmarla: por la indiferencia absoluta de sus semejantes en tiempos de paz o por la pasión homicida de los mismos, llagada la guerra”.

No se trata más que de amargura. Y la amargura se entiende: una cosa es volver del infierno, y otra es la sensación de quedarse en él para siempre: “Después, sólo fuego y estruendo. Pero es que un estruendo que nunca hubiera uno pensado que pudiese existir. Nos llenó hasta tal punto los ojos, los oídos, la boca, al instante, el estruendo, que me pareció que era el fin, que yo mismo me había convertido en fuego y estruendo”.

Fuego y estruendo: esa es la escritura de Céline. Las páginas de esta novela retumban a cada instante: su estilo hace suyos el odio y el desprecio que sugieren el hombre y sus acciones. Céline, antes que describir unas situaciones (la guerra, los viajes, África, Estados Unidos y por supuesto París) y abordarlas a la manera burguesa del espectador (que se trastorna pero que también bosteza), pareciera entrecruzar los discursos: su narración es, en el fondo y fundamentalmente, una reflexión, una topografía del rostro del hombre y de su oscuro corazón: el viaje hasta el final de la noche es un viaje a través del hombre, a través de su oscuridad.

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Hacer una comparación entre Céline y Lautreamont es, no obstante, inexacto: Al final de su corta vida, el Conde de Lautreamont renegó de los Cantos de Maldoror. Céline, impasible, nunca renegó de sí mismo ni de nada: ni de los campos de concentración, ni mucho menos de sus libros.

Bogotá: Masacre Zombie (Parte 1 de 5) – Juan pablo Silva Elías(Historia, dibujo y portada). GoUp Comics Ed. 2012.

Por Alejandro Torres.

Parece que la novela gráfica está teniendo una especie de renacimiento en Colombia. Durante la última feria internacional del libros en Bogotá, se vieron varias muestras de trabajo local de comiqueros que se están empeñando en sacar adelante ideas impresas que hacia rato estaban enterradas en lo subterráneo. Ya pasaron muchos años de la época dorada de ACME, Zape-Pelele, Agente Naranja, TNT y otras revistas que llenaban de arte el panorama. Más de una década para volver a ver movimiento. Hoy les presento este trabajo que, sin ser impresionante, solo los que se han arrojado al ruedo de dibujar, escribir y luego diagramar para llevarlo hasta la imprenta, saben lo difícil que puede ser hacer comic en Colombia. Valga la ocasión para señalar que una de las mayores dificultades para este tipo de artes es que se hallan calificadas y gravadas bajo el mismo rubro de las publicaciones seriadas como las revistas porno. Puede ser posible? Si. En colombia, los comics no son libros sino revistas iguales a la PentHouse y los tochos de crucigramas y sopas de letras. Por esta razón pagan impuestos y su circulación es restringida. Tanto, que hace años dejaron de verse comics en los quioscos. No se imaginan, los genios de lo tributario, el atraso en las artes tan devastador que nos han producido. Mientras en Argentina hay más de cincuenta editoriales de comics, en Colombia cabrían en los dedos de una mano o menos. Hace falta mucho cinismo, ignorancia y desconsideración como para equiparar una revista pornográfica con una novela gráfica. Bueno, ahí les dejo para que lo mediten. Volviendo al comic que nos trajo a este tema, Masacre Zombie es uno de los nuevos esfuerzos que vale la pena mirar. No está al ciento por ciento producida. Le falta garra al dibujo y al guión. Sin embargo, la idea en general está excelente. Además incluye un llavero de regalo y la esperanza de dar continuidad al proyecto por cinco números en total. Esperemos que mejoren mucho en lo venidero. Cabe rescatar que usaron muy buenos materiales de impresión y que si logran dar un mejor nivel al dibujo, estaremos a la altura de una buena novela sobre Zombies. La historia se desarrolla en la Bogotá actual y tiene buenos toques de realismocon algo de giro dramático. Más allá de la pericia esperada, es un gran comienzo y se ligan de inmediato con una andanada de comics de terror del mismo tema que hoy invade la red y las estanterías especializadas. Para quienes lo quieran buscar en físico, acá les dejo el link:  http://www.goupcomics.com/ para que lo pidan a domicilio. No se pierde nada.

Medallo Punkero: Miradas sobre el movimiento Punk en Medellín – Asociación CAP Nomade (Francia) y el Kolektivo Voz Libre (Medellín). 2011.

Por Alejandro Torres.

Un documento para la memoria del Punk en Medellín. Un recorrido por los sonidos que atraparon juventudes en pugna contra la violencia del narcotráfico y la violencia de estado. En medio de un teatro trágico y urbano, aquí quedan las palabras de los protagonistas de un grito libertario y agresivo en busca de la diferencia. No futuro; esa era la verdad. Un modo de vida para gritarle a la muerte. Estridencias para silenciar las balas y la pobreza de las comunas. Mas no callando la verdad. Solo entendiéndose a punta de actitud contra las instituciones que miraban por encima del hombro la sangre que se pegaba al pavimento como tratando de opacar el deseo de salir del infierno. Ahí está la música, las crestas, el color y la negación a lo tendencioso a través de una cultura del ruido. Gritos de tribu conta las urbes negras apestadas por el dolor y la miseria. Un librito que dice que el punk está vivo. Aunque ya no es igual hoy día y para algunos es moda, aquí están los que lo viven y morirán en él. memorias de los ochenta y permanencia a través de tres décadas de lucha. El Punk no muere. 1000 ejemplares para el mundo, quinientos se quedaron en nuestra tierra. Vienen acompañados de un CD sonoro con entrevistas de las memorias de estos guerreros del asfalto. Un homenaje a los que se negaron y se niegan a la ceguera y la opresión expresándose con un arte propio.

Aquí les dejo un link con  unos cortes sonoros del libro:

http://www.fonoteca.gov.co/index.php/home/actualidad/item/293-medallo-punkero-una-mirada-del-punk-por-el-punk-mismo

Y un video sobre los orígenes del Punk en Medellín:

Whisky (película) – Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella. Uruguay —Producida en conjunto con Argentina, Alemania y España— 2004.

Por Alejandro Torres.

Bienvenidos al mundo gris de Jacobo Müller. Judío hasta el tuétano, derribado por la costumbre y arrastrado a la monotonía en una fábrica de medias con nada más que hacer que pintar todos los días con las mismas cuatro o cinco frases de cajón que ya le suenan falsas y carentes de sentido. Sumido en su tacañéz propia de su secta, nos divertiremos viendo esta comedia del absurdo llena de encuentros predecibles y de solusiones inpensadas, solo aptas para quienes adoramos lo psiquiátrico. Narrada con sencillez y humor, la vida de Jacobo cobra algo de tinte cuando se ve obligado a recibir un hermano en casa y debe simular otra vida para no desentonar y verse cojido del cogote por su propia falta de amor por la vida. Aunque nos llegó muy tarde. Debe faltar más de uno por verla. Excelente aunque con un final difícil de agarrar.

TODOS LOS ANIMALES PEQEÑOS POR WALKER HAMILTON. Editorial TUSQUETS.

Por Alex Freyle.

La vida es una fábula que lentamente y, sobre todo, gota a gota nos va revelando la tan hipotética e inesperada moraleja. Librito de pocas páginas que nos narra la vida de Bobby en primera persona y su situación de retardo mental frente a las presiones psicológicas del padrasto llamado «el gordo»; sus ataques epilépticos y una madre muerta tal vez por las obesas manos del verdugo que tambien exterminaron a su ratón quitándole la cabeza. En medio de este infierno que nos cuenta Bobby aparece el solitario señor Summers que tiene el peculiar oficio de beber mucho whisky y de enterrar a todo aquel animal que es aplastado en la autopista, el señor le enseña lentamente a Bobby el oficio y le da una filosofía de lo que es «la vida» frente a los bultos sanguinolentos que le toca levantar con la pala; le enseña la manera de sepultar a los interfectos que son victimas del desprevenido neumático sobre el asfalto hirviente. Walker Hamilton murió a corta edad de 34 años, desgastado por el exceso de trabajo y de una salud enfermiza alcanzó a dejarnos esta novela de la que Roald Dahl dijo «Un libro tremendamente conmovedor» También tiene película que hay que ver en el acto, y comenzar a buscar que otra cosa hay escrita de este escritor rescatado del universo del anonimato.